La fortaleza del Centro Democrático, que los llevo a tener la bancada que hoy tienen en el Congreso de la República de Colombia; es el odio que durante 8 años cultivo el gobierno de la Seguridad Democrática a las FARC-EP. Odio irracional que hoy sigue siendo el principal palo en la rueda de que todo se acuerde para que todo este acordado en la Mesa de Conversaciones en Cuba.
La única movilización social exitosa que esta agrupación ha logrado convocar fue mucho antes de su nacimiento, el famoso 4 de febrero del 2008 (un millón de voces en contra de las farc), en el mejor momento de Álvaro Uribe Vélez como presidente de la República y de los peores años para las organizaciones sociales y populares que representan a la ciudadanía organizada de nuestro país. El terrorismo de estado era descarado y sin vergüenza, el consenso mayoritario era solido y soportado principalmente por una RCN que hoy se debate entre sus intereses económicos-políticos (los de sus dueños), e ideológicos (los de gurissati); la profundización del modelo neoliberal se adelantaba sin pena, y lo normal era la falta de libertades democráticas (chuzadas del DAS por ejemplo). Hoy el panorama solo ha cambiado en la forma, pero el avance de forma definitivamente abre ventanas de oportunidad para cambiar el fondo.
Como los consensos no son permanentes y los intereses en juego son tan diversos, es irracional pensar que manteniendo ese discurso incendiario y cargado de posiciones sin sentido, como declararse en rebelión ante un procedimiento legitimo de la Fiscalía a el hermano de Álvaro Uribe Vélez, les lleve a ganar políticamente. Es patético ver como es la misma ideología del Centro Democrático la que los llevara a su irrelevancia en poco tiempo. La prueba de fuego esta el próximo 2 de Abril del 2016 cuanto pretenden mostrar fuerza en las calles y movilizar en los terminos en los que lo hicieron hace 8 años cuando eran gobierno. Yo apuesto, como muchos, a que harán el ridículo.
Lo que si preocupa es la relación evidente entre esa extrema derecha legal y formal (centro democrático), con esa extrema derecha informal e impredecible (paramilitares en todas sus formas y algunos sectores del ejercito y la policia), quienes muestran los dientes con mayor vehemencia entre mas cerca ven la firma de un acuerdo en Cuba. Es perturbador darse cuenta que entre mas acorralado se siente el perro, mas duro puede morder, y en esos terminos ¿sera que el fin del conflicto armado con las FARC-EP se pagara con mucha sangre de gente inocente?, la respuesta la tiene el gobierno de Juan Manuel Santos y ojala no sea la respuesta sangrienta. Que peligro.